La pandemia del COVID-19 impone fuertes desafíos sociales para la educación básica en el país, la política educativa federal se destina a una población de más de 25 millones de estudiantes de educación básica y obligatoria, con grandes y notorias desigualdades sociales. La actual pandemi​a vuelve a mostrar e incluso a acrecentar la desigualdad social que sostiene y reproduce el sistema educativo nacional. En las condiciones en que opera el sistema educativo mexicano vale la pena preguntarse ¿El ciclo escolar se va a cumplir? ¿Lograr los aprendizajes escolares de los planes y programas es una meta constante? ¿Seguir aprendiendo? ¿La escuela no se detiene? ¿Ajustar el calendario escolar? ​​​El ​acercamiento a la situación de la educación rural en México podría dejarnos algunas líneas de observación y consideraciones relevantes, para lo que pueda instalarse en el futuro próximo como continuidad educativa en el país; en las condiciones de restricción social que impone la pandemia. Particularmente, es preciso observar cómo fortalecer las relaciones humanas implícitas en los escenarios educativos, atender pedagógicamente a los alumnos y de paso afianzar la vida humana y la vida en el planeta. Además, se requiere hacer de la educación, más allá de la brecha tecnológica en el país, un espacio reflexivo y de amplia participación.

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29. Norma Gutiérrez. Aprende en casa. Propuesta para la educación básica en México en tiempos de COVID-19

  • La pandemia del COVID-19 impone fuertes desafíos sociales para la educación básica en el país, la política educativa federal se destina a una población de más de 25 millones de estudiantes de educación básica y obligatoria, con grandes y notorias desigualdades sociales. La actual pandemi​a vuelve a mostrar e incluso a acrecentar la desigualdad social que sostiene y reproduce el sistema educativo nacional. En las condiciones en que opera el sistema educativo mexicano vale la pena preguntarse ¿El ciclo escolar se va a cumplir? ¿Lograr los aprendizajes escolares de los planes y programas es una meta constante? ¿Seguir aprendiendo? ¿La escuela no se detiene? ¿Ajustar el calendario escolar? ​​​El ​acercamiento a la situación de la educación rural en México podría dejarnos algunas líneas de observación y consideraciones relevantes, para lo que pueda instalarse en el futuro próximo como continuidad educativa en el país; en las condiciones de restricción social que impone la pandemia. Particularmente, es preciso observar cómo fortalecer las relaciones humanas implícitas en los escenarios educativos, atender pedagógicamente a los alumnos y de paso afianzar la vida humana y la vida en el planeta. Además, se requiere hacer de la educación, más allá de la brecha tecnológica en el país, un espacio reflexivo y de amplia participación.

    DOI: https://doi.org/10.22201/crim.001r.2020.29